miércoles, 3 de noviembre de 2010

No pidas la luna. ¡Cógela!

Estaba sentada al lado de su asiento en el coche. Él con una mano sobre el volante y la otra en mi corazón. Miro alrededor, y bajo la radio. Él dice: Cariño, ¿pasa algo?
Yo le respondo que nada, que sólo estaba pensando en que no tenemos una canción.
Y él me dice: Nuestra canción es el portazo de la puerta cuando se me hace tarde y voy a verte. Cuando hablamos por teléfono y tú hablas bajito porque es tarde y tu madre no lo sabe. Nuestra canción es la forma en que te ríes. La primera cita.
He oído cada canción de la radio esperando que sonara alguna que fuera tan buena como la nuestra. Cogí un bolígrafo y una vieja servilleta y escribí nuestra canción.


                                                                                      -Odile Rubio Rodríguez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario