lunes, 1 de noviembre de 2010

¿Acaso te olvidaste de todo?

Había una vez, creo que fue un viernes cuando atraje tu atención y algo nos atrapó. Me aferro a la noche en la que me miraste a los ojos y me dijiste que me amabas. ¿Acaso bromeabas? Porque eso parece. Esto se está viniendo abajo, casi nunca hablamos, ya ni siquiera me siento bienvenida. Cariño, ¿qué sucedió? por favor, dime, porque hace un segundo todo estaba perfecto y ahora estás a mitad de camino de irte por la puerta.
Y miro sin descanso el teléfono, él sigue sin llamar. Entonces te sientes tan mal que ya no puedes sentir nada más, y recuerdas cuando él decía: Por siempre y para siempre. En realidad no quisiste decirlo, cariño. No lo creo
Y llueve en tu habitación, todo está mal. Llueve cuando estás aquí y llueve cuando te vas. Porque yo si estaba allí cuando decías “por siempre y para siempre”
¿Me pasé de la raya? ¿A caso dije algo demasiado honesto que hizo que huyeras y te escondieras como un niño pequeño asustado? Te miré a los ojos, por un momento creí conocerte, ahora no estoy tan segura. Así que todo está viniéndose abajo hasta convertirse en nada. Está ese silencio que rompe el corazón. ¿Qué hay de todo esto? Por un momento creí conocerte, pero ya no.
-Odile Rubio Rodríguez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario